Recordar es volver a vivir, de algún modo, en la memoria, en los afectos, tal vez en los sentimientos, sucesos o ideas de la vida en general y, a veces, de la vida del grupo o del individuo. Podríamos añadir algunas de nuestras conversaciones familiares o de amigos, sin olvidar las historias o las memorias.
Zaragoza, 1939-