Bajo la premisa de que Dios es misericordioso (cf. Ef 2, 4), a lo largo de este libro desarrollo diversos aspectos de la misericordia. Cada tema sigue el mismo orden. Primero presento un texto bíblico, luego describo una anécdota, después expongo una breve reflexión, tras la cual coloco unas preguntas de examen y, al final, una oración. Como anexo he colocado el rezo de la coronilla al Señor de la Divina Misericordia, para que, como dice el Papa Francisco, seamos “portadores en el mundo de la misericordia de Jesús”. Todo el Evangelio es un canto de misericordia. Para nosotros el Evangelio es una persona viva, es Jesucristo, único Salvador del mundo (cf. Hch 4, 12) y él, nunca estará de más repetirlo, es la “misericordia encarnada”.