La sociedad moderna aspira que los seres humanos tengan las
mismas oportunidades, sin importar el sexo, la raza y la clase social,
en temas como salud, educación, alimentación y participación en la
política en beneficio del bien común de los habitantes de un pueblo
o de un país, contrariamente al pensamiento de las sociedades
tradicionales autocráticas y machistas, donde marginaban y maltrataban a las personas de raza diferente a la suya y esclavizaban
a las mujeres en trabajos domésticos y deberes de pareja, sin derecho
a protestas contra los maltratos de sus parejas u otros parecidos que
atentaban la salud mental y física de las mujeres.