El cambio forma parte de la vida. Donde hay cambio, hay adversidad y, donde hay adversidad, hay oportunidad de crecimiento organizativo. Por eso, conviene tener equipos mental y emocionalmente preparados para enfrentarse a las vicisitudes que depara un mundo tan cambiante como el que vivimos.
Estamos en una era donde los acontecimientos se suceden uno tras otro a velocidades asombrosas, por lo que la adaptación a ellos se convierte en una de las Soft Skills más demandadas en el mercado.
La resiliencia no solo es necesaria en grandes crisis, también en el día a día e incluso cuando las cosas van bien. Esta determinará la supervivencia de la organización cuando vengan épocas más frágiles.