La salud siempre ha sido y es un derecho prioritario para todas las personas. Poder acceder a servicios sanitarios que brinden una atención con enfoque integral, basado en derechos humanos; intercultural; profesional, y con respeto al paciente debe ser el ideal, cuando alguna
enfermedad o molestia ataca nuestro cuerpo.
Sin embargo, este derecho no es igual para todas las personas. En la actualidad, los servicios de salud pública no cuentan con los equipos médicos necesarios, suficiente abastecimiento de medicamentos, infraestructura en buen estado, correcto manejo de recursos, entre otras características necesarias para brindar un buen servicio. Además, existe una problemática que requiere atención por parte del Estado y la sociedad: la inaccesibilidad de la comunidad trans a estos servicios.