Andrés Alencastre era un hombre con ideas y compromisos, como señala Enrique Urbano: "Era soñador y poeta, amante de las costumbres de su tierra, líder político y socialmente comprometido con las ideas del Partido Comunista, llevaba en su piel las marcas algo contradictorias de su época: romántico comprometido socialmente; hacendado o gamonal, pero amante de sus indios o sus ahijados. Lo cierto es que toda la refión lo conocía y miraba muchos con admiración y simpatía y otros con odio y desconfianza".
A lo largo de su existencia Andrés Alencastre Gutierrez (1909-1984) combino y utilizó hasta cuatro variantes de escritura quechua: en el primer caso, redacta en trivocálico y en el uso particular de la grafia CH. Escribe la C pero omite la H, pero lee como CH (Mici y lee como michi) como también escribía por entonces Jhon Rowe como un modismo y tendencia por esos años; varios de los versos editados en Taki Parwa (1952), Taki Ruru (1964), Yawar Para (1972), tienen estas características.