Cuando María Inés regresa a la casa familiar, después de muchos años, entra en una vorá- gine de recuerdos: el abuelo mirándola desde su sillón azul, su madre tocando el violín, el rostro de un primo que amaba en secreto, pe- lículas proyectándose en un cine antiguo. El tiempo se ha detenido.
Bocetos para un cuadro de familia funciona a la manera de un rompecabezas que vamos armando a tientas junto con María Inés. Un libro lleno de raíces, nutridas por la memoria y el desasosiego.
Chepén (La Libertad),