ISBN 978-612-5031-07-5

Reseña

La resiliencia es una de las capacidades más importantes de la vida en la naturaleza. Los seres humanos contamos con la habilidad de proyectar escenarios hipotéticos en base al análisis del contexto y de nuestras capacidades para descubrir la visión a alcanzar.
El quehacer entre las interacciones de la naturaleza y nuestra comunidad, demanda del acuerdo de los grupos que interactúan en el desarrollo de la sociedad.
Tenemos la oportunidad de aprender de la experiencia de actores de diferentes partes de nuestro mundo, que buscan permanentemente como todos nosotros, el bienestar de la humanidad y de nuestro medio ambiente, de sus vivencias, aciertos y errores.
Somos capaces de elegir y construir el futuro correcto, hoy tenemos la oportunidad de hacerlo, siempre y cuando nos pongamos de acuerdo.
La creatividad y el ingenio humano, nos interconecta a través de la red mundial que elimina fronteras y distancias, éste es el momento de tratar "El rol de la arquitectura en torno al abismo social, el estado empírico y la institucionalidad quebrada".

La inevitable la pregunta de SÍ HACER o NO el presente evento en la situación actual de pandemia fue la misma que cuando los docentes de la EPArq nos preguntábamos si era posible continuar con la tarea de enseñanza de la arquitectura en la Escuela y la respuesta -desde luego con ciertas detracciones- fue un SÍ, tan incierto como cada aspecto que deviene de la coyuntura viral que vivimos. Sin embargo, el tomar riesgos y atreverse A HACER es la pauta que marca la realización de este importante evento que toma como eje principal de discusión la fragmentación, la exclusión y la CRÍSIS de vivir en ciudades fragmentadas, excluyentes y en donde pareciera que el rol del arquitecto poco o nada importa, poco o nada se ve. El reto temático suma a su contenido la distancia, el alejamiento y la no presencia física de quienes participan del mismo, casi como una ironía temática, se han de abordar temas que en las circunstancias propias de la coyuntura -de por sí- las enfatizan aún más. Con todo lo expuesto y que al parecer nos ha de tocar vivir mas tiempo todavía, el evento presenta un esfuerzo organizativo importante que habla ya de una Escuela de Arquitectura más cuajada y con horizontes, compromisos y roles más afianzados en donde la convocatoria de los participantes, tanto conferencistas, como estudiantes y docentes; pusieron de manifiesto una enorme voluntad y esfuerzo por llevar a cabo los objetivos planteados y, desde luego, mi reconocimiento y agradecimiento a cada uno de ellos. Así, el registro de todo el evento desde su organización, conferencias y workshop supone un importante testimonio de lo actuado y que constituye una gran lección respecto a la institucionalidad, la formación de arquitectos y el compromiso de la disciplina misma con la realidad que se sueña en transformar.