La selva de Tambopata, en el Perú, despierta cada mañana llena de vida y color que alegra a todos los que en ella habitan. Pero, un día, una brisa que viene de lejos apaga el sonido y el color. Lolo, el guacamayo, se pregunta entonces, ¿qué tienen que hacer los habitantes de la selva para que regrese la vida tal como la conocen?
La naturaleza nos habla de muchas formas, sólo hay que prestar atención para poder entenderla y disfrutarla. La selva peruana está llena de muchas plantas y animales únicos y diferentes, y eso la hace muy especial. Lo especial vale mucho y por ello hay que cuidarlo. Observemos, escuchemos, sintamos y, sobre todo, cuidemos nuestro mundo. Nosotros somos parte de él.