La mayor parte de la población mundial se dedica a la agricultura, ganadería o la pesca y vive en áreas rurales este porcentaje aumenta sustancialmente si se toma en cuenta sólo a los llamados países emergentes o en vías de desarrollo. En este considerable sector social se hallan los indicadores más elevados de pobreza y extrema pobreza. Sin embargo, la actividad turística representa una buena alternativa en favor de las economías campesinas. Muchas experiencias demuestran que es posible arriesgar en un sector gestionado por unidades familiares rurales, comunidades que se dedican a la agricultura, ganadería, pesca y pueblos originarios que integren esta nueva actividad en las tradicionales de forma responsable y sostenible. Una tendencia del turismo actual en el país lo constituye el turismo rural comunitario.