La psicología enseña que no tenemos por qué ser prisioneros de nuestras mentes. El razonamiento puede ser más poderoso que las reacciones instintivas. Pero para que la voluntad individual o colectiva (a través de las normas) logre el propósito deseado (moldear el actuar de las personas a lo aceptable), no sólo es conveniente, sino necesario que exista diálogo entre la el Derecho y la psicología.
Análisis psicológico del Derecho de Alfredo Bullard y José María de la Jara muestra por qué. Al hacerlo se erige en la obra de consulta de la región latinoamericana que anuncia la existencia de este sendero, invitando que lo sigamos. Y lo hace con méritos diversos. Comienza con un análisis general que sirve de marco de referencia al resto de la obra. Una especie de planteamiento ideológico para persuadir sobre una idea: la psicología tiene un papel que jugar en el Derecho. Ignoramos dicha sugerencia a nuestro riesgo. En nuestro perjuicio.