El principal atractivo de los métodos indirectos, como el del coste de viaje, radica en ser una técnica basada en comportamientos reales de los individuos (no hipotéticos), que reproduce con bastante fidelidad a otras técnicas empíricas usadas para valorar bienes y servicios ambientales. El modelo del coste de viaje fue originalmente desarrollado como una medida de valoración de los recursos naturales, como son los parques naturales.