ISBN 978-612-4460-35-7

Reseña

Los programas de responsabilidad social (RS) en el Perú, hasta hace décadas atrás, eran confundidos con donaciones, campañas sociales a corto plazo, asistencialismo, marketing social o cualquier otro tipo de actividades cortoplacistas que lo único que generaba en el grupo de interés al que se dirigían era dependencia.
Actualmente, en nuestro país existen pocos, pero buenos ejemplos de lo que realmente significa la RS; esto es, que toda iniciativa social debe producir impactos positivos que creen valor compartido y desarrollo sostenido entre sus diversos stakeholders. Sin embargo, aún predominan estilos de gestión que consideran como única función la generación de utilidades y que los problemas globales (como el calentamiento global, la pobreza, la vulnerabilidad de los derechos humanos, los conflictos sociales, la inseguridad ciudadana, la corrupción, entre otros) deben ser resueltos por el Estado y no por las corporaciones.
En el presente trabajo abordaremos diversas concepciones sobre la RS. Desde el modelo clásico (centrado en la rentabilidad) hasta el más innovador, referido a la expansión de la visión empresarial hacia los grupos de bajos recursos a través de los negocios inclusivos, incorporándolos a su cadena de valor. Analizaremos, a través de estudios de caso, la relación entre conflicto social y negocios inclusivos, partiendo de la siguiente pregunta: ¿Es posible que una acción social (que mejora la calidad de vida de los integrantes de una comunidad, a través de la generación de riqueza) pueda a la vez generar rentabilidad en la empresa y disminuir los conflictos sociales? Demostraremos que en nuestro país está en auge un modelo de RS “inclusiva”, que tiene un efecto positivo en los conflictos sociales (siempre y cuando el discurso empresarial sea transparente, horizontal y proactivo), desapareciendo poco a poco el modelo “friedmaniano”.