Crispín se dedica a cazar pájaros para luego venderlos. Y es que en su casa la pobreza crece como una sombra maligna. Cierto día tiene un sueño que le hace comprender la importancia de amar a la naturaleza. Los pájaros, para premiar su generoso corazón, le obsequian un tesoro que le ayudará a ser feliz.
Esta historia tiene muchas enseñanzas; pero la principal es que debemos vivir en armonía con la naturaleza, y que eso nos hará mejores seres humanos.