El aprendizaje de la matemática es uno de los objetivos prioritarios de la educación primaria por su trascendencia en el futuro de los estudiantes en la secundaria, en la universidad y en la vida misma. El pensamiento lógico-matemático se va desarrollando desde los primeros años de vida en forma gradual y sistemática a partir de un proceso de interacción profunda con la realidad. Los niños observan y exploran su entorno inmediato y los objetos que lo configuran, estableciendo relaciones. Se estructuró un modelo didáctico basado en la relación entre los objetos de la Lógica y de la Matemática, con las características psicológicas y didácticas más significativas del aprendizaje de la matemática; concretizándose un sistema de conocimientos, habilidades y valores, tomando en cuenta la capacidad de resolución de problemas, y las operaciones lógicas de la descripción, comparación, explicación y crítica.