En tiempos donde la modernidad, que requiere de recursos naturales para su compulsiva transformación en mercancía, ha dado lugar al embate despiadado de los depredadores del bosque sin mediar para nada que puede provocar el colapso de las resistencias comunales nativas que viven, en la hylea amazónica, como guardianes de la exultante biodiversidad. Sin el bosque tropical húmedo, el pulmón de la humanidad y de todo ser viviente, es sobrevivir bajo la tenebrosa amenaza del calentamiento global y el cambio climático, cuyos estragos, en un futuro incierto, podrían ser por demás imprevisibles.