"Espinela negra" nos enfrenta a una exploración de corte personal introspectivo, intimista: la figura del padre y de la madre, del amor, de las primeras experiencias y de los recuerdos de infancia o adolescencia que, si bien fluyen entre las páginas con “lumbre vacilante”, como expresa el poeta, no caen en la retórica trillada que suele observarse en torno a estos temas, partiendo de un instinto natural del autor por reconfigurar lo que sucede en su interior para entenderlo y, así, entenderse. También el uso de un lenguaje a veces lúdico, a veces irónico suma en la creación de versos de buena factura tales como: “parpadeo/ del ojo// carbonizado” o “eres última luz en un barco que retorna”.