¿Qué pueden tener en común un padre con su hija? Quizás momentos efímeros que hayan compartido, y que queden en la retina de la
memoria de los personajes. Esta historia no está cargada de lugares comunes y será la presencia de un ser inesperado el que cohesione aún más a ese par de almas apáticas, que transitan en ese desventurado viaje que puede ser la vida diaria, cargada de rutinas pero también de deslumbrantes sorpresas.