La construcción del héroe en la literatura ha estado marcada por la traslación, ya sea de manera física o cognitiva. Este movimiento es el que genera no solo el proceso de aprendizaje, sino también la evolución del personaje. Así, el encuentro ante lo desconocido, propiciado por el ingreso hacia nuevos espacios, ha generado una gran cantidad de literatura donde el protagonista ha encontrado, en la mayoría de casos, finales amargos.
El desplazamiento en "Idilio fatal" se desarrolla a nivel histórico, cognitivo y estructural. A la migración inicial del personaje, le seguirán tránsitos metafísicos en donde el protagonista verá converger lo onírico/mágico con lo real; todo ello, a su vez, enmarcado en una disposición fragmentaria donde el desarrollo de la narración entra en conflicto con la sucesión histórica, rompiendo con una visión lineal del tiempo, tanto en el relato como en la realidad.