El año 1982 publiqué mi primer libro: Economías regionales del Perú (IEP), para cuya elaboración tuve que adentrarme en un mundo poco conocido para mí en aquel entonces: el mundo de la geografía, de las regiones, del centralismo. Progresivamente me fui imbuyendo de una economía con espacio, con departamentos, provincias y distritos, con distancias y altitudes, en una economía con más dimensiones que la macroeconomía, que hasta entonces era mi primera especialidad. La suerte estaba echada. Para un serrano y cusqueño como yo, el mundo tenía tres dimensiones en las cuales transcurría el tiempo y la vida. La economía regional era la mejor manera de aproximarse a la economía del Perú, y desde entonces me puse a investigar y a enseñar la economía con espacio.