Desde muy joven y siendo aún estudiante de secundaria Frankl se interesó en la psicología; ya en 1923 hizo sus primeros escritos y orientaciones sobre una terapia del sentido, y se enfocó en trabajar los problemas de los jóvenes: vacío existencial, sole-dad y depresión e intentos de suicidio, en una sociedad convul-sionada en Viena después de la primera guerra mundial (Frankl V. “Las raíces de la Logoterapia, escritos juveniles 1923-1942”).
Este es un tema y una preocupación que sigue vigente. Una reciente Encuesta (publicada en Noviembre del 2021 por el Con-sorcio de Universidades en Lima-Perú) informa que “Sobre una muestra de 7,000 jóvenes universitarios, impresionan los altos índices en torno a, por ejemplo, ansiedad, estrés, pensamientos negativos, intentos de suicidio, violencia, soledad”
Esta situación pone de relieve la urgente necesidad de trabajar el tema de la salud mental de los jóvenes, desde un enfoque inte-grador y complementario de las varias modalidades de psicotera-pia.
Es por eso que desde hace más de 20 años, investigo el tema enfocando la problemática juvenil, desde el desarrollo de su identidad, sentido de vida y resiliencia vistos desde la Logotera-pia.
La logoterapia ha ido desarrollándose en su orientación clínica y perfilando su tratamiento mediante investigaciones y publicaciones que han acreditado su eficacia y pertinencia tanto dentro del campo de la psicoterapia como del análisis existencial. Sus investigaciones y desarrollos son muy completos y probados rigurosamente con métodos de investigación científica, son am-pliamente difundidos a nivel internacional y es creciente su in-fluencia dentro del campo de la psicoterapia, a la que inicialmente solo quiso complementar.
Reconocida internacionalmente como una Escuela de Psicoterapia, la tercera Escuela Vienesa de Terapia tiene sus propios modelos y planteamientos de tratamiento, suficientemente flexibles y creativos para integrarse con otros de tratamiento clínico psicoterapéutico; compartiendo un vasto campo de enfoques y desarrollo humanista existencial y fenomenológico, experiencial, así como cognitivo conductual y psicoanalítico.
Lo que le es propio, como logoterapia, es su orientación al sentido (logos) de la existencia, y el valor espiritual noético de la persona, la que está motivada a encontrar un sentido a su exis-tencia.
La logoterapia ha probado integrarse bien a otras prácticas y ser un valioso complemento, estudiando el sentido y valor de la persona, con el enfoque de intencionalidad y trascendencia que es su trasfondo espiritual noético.
Pero no solamente puede entenderse como un complemento, es una terapia a título pleno, y una psicoterapia humanista que trabaja mediante el análisis existencial, los temas de conciencia del valor de la vida, de la dignidad humana en su libertad y res-ponsabilidad, que mediante el inconsciente espiritual retoma el valor de su existencia y le encuentra un sentido propio y único.