Esta enseñanza pretende identificar cuáles son esas caretas que cada uno de nosotros utiliza (o que líderes, denominaciones e instituciones eclesiásticas usan) para justificarse por lo que hacemos o dejamos de hacer, impidiendo muchas veces mostrarnos como realmente somos: Hijos de Dios o alguien que utiliza su nombre para conseguir sus propios objetivos sean estos personales, institucionales o de cualquier interés subterfugio.