Ignacio Larrañaga aborda el tema de María y su influencia en la vida de Jesús y de sus discípulos. Analiza el perfil de María en la historia de la salvación y para ello se basa en fuentes bíblicas como en documentos de la Iglesia. Por ejemplo, al referirse a la conclusión del Concilio Vaticano II dice que "es magnífica y trascendental" porque: «La vocación suprema del hombre es, en realidad una sola, es decir, la divina» (GS 22). Y es evidente que en este nacimiento y crecimiento transhistórico de Cristo, la misma Madre que lo trajo a este mundo tendrá un papel preponderante. María presidirá este proceso; y no solamente presidirá, sino que también ella será la Madre fundamental de toda esta transformación libertadora y divinizadora, a través de nosotros sus hijos redimidos. Esta transformación transhistórica implica, como hemos dicho, deberes y tareas temporales. Y aquí mismo se nos levanta la dificultad casi insuperable de discernimiento, y aquí mismo comienza, para los hijos del Evangelio, el peligro del temporalismo.