En nuestros días, la estadística se ha convertido en una forma efectiva para describir con exactitud los valores de los datos económicos, políticos, sociales, psicológicos, biológicos y físicos y sirve como herramienta para relacionar y analizar dichos datos. El trabajo estadístico no consiste ya sólo en reunir y tabular los datos, sino sobre todo en el proceso de interpretación de esa información, es decir hacer “hablar” a los resultados informativos. El desarrollo de la teoría probabilística ha aumentado el alcance de las aplicaciones de la estadística. Muchos conjuntos de datos se pueden aproximar, con gran exactitud, utilizando determinadas distribuciones probabilísticas; los resultados de éstas se pueden utilizar para analizar datos estadísticos. La probabilidad es útil para comprobar la fiabilidad de las inferencias estadísticas y para predecir el tipo y la cantidad de datos necesarios en
un determinado estudio estadístico.