Oscuro o magnífico, pobre o espléndido, nuestro ayer es la matriz del presente y del futuro y sin conocerlo y comprenderlo nunca podremos enterarnos del todo de lo que somos y representamos ni
de lo que deben ser y representar aquellos que nos sucedan en los lugares donde vivimos.
Luis Aníbal Calle Rodríguez es un buen amigo a quien aprecio y respeto, gentil y atento. De igual forma es un excelente esposo, padre y un mejor ciudadano. Es un hombre práctico y preciso que nos muestra en este TESTIMONIO una alquimia entre sus letras y el amor a su tierra, a sus costumbres y el paso por su vida pública privilegiando en todo momento a su hermosa Arequipa.
Él hace el texto mientras disfruta el impulso que lo obliga a escribir, mientras selecciona las vivencias que serán el centro de su obra y cambia las ideas en palabras que va plasmando en el papel. Todo ello se cumple dentro de una serena y madura verdad nutriéndose siempre de un pasado, pero habitando el presente y vislumbrando lo que vendrá, por ello esta obra tiene vida propia y presencia en la contemporaneidad.
Los mejores momentos los proporciona cuando su espíritu nos habla de sus sentimientos, éstos se densifican en presencias palpables con una visión real, práctica y precisa de su trayectoria, por ello elogiamos y aplaudimos su voluntad creadora. Este es un libro que todo arequipeño debe leer, sobre todo las nuevas generaciones para que se nutran de su experiencia y de la sinceridad con que inunda sus vivencias.
El economista, reconstructor de los hechos y costumbres del pasado, amigo de la bohemia, de los toros, del fútbol y de los encuentros sinceros se nos convierte entonces en un narrador prudente, sabio y tolerante, en uno de los mejores amigos que la vida nos ha brindado y nos ha dado el privilegio de conocer.
Felicitaciones Lucho por tu libro, por esa historia que nos enseña mucho de Arequipa y sus proyectos, finalizados unos y en espera de años eternos otros.