El código santo siempre ha sido una expectativa hipotética entre los seres humanos en general y más aún entre lectores de literatura. La mayor parte de la humanidad convive con felinos domesticados a quienes pretende poseer y dominar, cuando en realidad ellos siempre encuentran manera de imponer sus condiciones, sus preferencias y sus arbitrariedades.
Houdini Guerrero nos propone un texto donde el código santo constituye la materia estética literaria; haciendo que el diálogo entre gatos nos informe sobre la vida sentimental e intelectual de los personajes de una historia afincada en un barrio popular que involucra a humanos y a esos seres peludos, suaves al tacto, de mirada inquisitiva y conducta impredecible que acompañan nuestra vida cotidiana.
Nadie se arrepentirá de leer estas líneas cargadas de misterio, emoción y sensibilidad.
Sigifredo Burneo Sánchez