En nuestro país, los sucesivos cambios de gobierno asociados con hechos de corrupción han copado la agenda nacional, quedando en segundo plano las poblaciones vulnerables, así como la atención de sus necesidades. Entre estas poblaciones se encuentra la infancia y la adolescencia, cuyas demandas no son atendidas desde antes de la pandemia.
A pesar de que ha existido y existe un marco legal sobre la problemática de los niños, niñas y adolescentes, como el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia (Pnaia) 2012-2021, esa legislación no ha llegado a interiorizarse en todas las regiones del país. Así, los gobiernos regionales han priorizado algunas acciones referentes a salud y educación, quedando desatendidos aún el tema de la protección infantil (referido a la violencia física, psicológica y sexual de niños, niñas y adolescentes) y el de su participación en espacios de decisión.
La violencia en todas sus formas contra niñas, niños y adolescentes (NNA) se ha visto incrementada debido a la pandemia de COVID-19, haciéndolos más vulnerables; estudios recientes muestran que la violencia es una práctica considerada válida por las y los adultos para corregir y educar a los NNA. Esta realidad y mucho más es mostrada en la presente edición del Perú Hoy, la cual se denomina: Infancia y adolescencia, esos rostros invisibles, porque precisamente ellos no son visibles a nuestros ojos y a nuestro quehacer. Con ella, pretendemos motivar tanto a la sociedad civil como a diversas instituciones públicas, a trabajar en favor de nuestra niñez y adolescencia, pues hay mucho por hacer para ellos y ellas, que son el futuro de nuestro país.