El cuento trata de Pedro, uno de los primeros peruanos en subir el Huascarán. La montaña tropical más alta del mundo. A los doce años, su padre lo llevó de campamento al pie de unas montañas nevadas, a casi 5000 metros de altura. Al ir oscureciendo, las estrellas comenzaban a aparecer y se podía ver la Vía Láctea. Renzo admiraba mucho a la gente de los Andes y comenzó a disciplinarse, a preparar su cuerpo para tareas duras. A los 21 años, siguió cursos de alta montaña con guías experimentados. El día en que subió por primera vez al Huascarán, dio gracias a Dios y sintió que la recompensa por su esfuerzo y perseverancia a través de los años era mucho mayor de lo esperado.