En este libro controversial, el autor argumenta que Dios no existe; y más provocadoramente, que no puede existir más que como una idea. En pocas palabras, Dios es una creación psicológica que significa la idealidad última. Mills sostiene que la idea o concepción de Dios es la manifestación de la negación y la respuesta de la humanidad a la privación natural, una autorrelación con un objeto idealizado interiorizado, la idealización del valor imaginado.
Tras demostrarla falta de pruebas empíricas y la imposibilidad lógica de Dios, explica las motivaciones psicológicas que subyacen ala necesidad de la humanidad de inventar un ser supremo. En un análisis muy matizado de los procesos inconscientes que informan la psicología de la creencia y la ideología social institucionalizada, concluye que la creencia en Dios es la incapacidad de aceptar nuestra muerte inminente y lamentar la ausencia natural por la ilusión dela presencia divina. Como alternativa a la fe teísta, ofrece una espiritualidad secular que enfatiza la calidad de la experiencia vivida, la primacía del sentimiento y la indagación de valores, la autoconciencia ética, la sensibilidad estética y ecológica, y la auténtica relacionalidad hacia uno mismo, el otro y el mundo como búsqueda de un alma bella en busca de lo numinoso.