La autora logra en esta novela cuasi social, convertirnos en un pasajero ´más de “la Combi”; resulta extraordinario que a su corta edad ha logrado definir claramente la estructura: en la primera parte nos presenta a los personajes en su mayoría jóvenes que abordan el vehículo —con sus conflictos personales— en los diferentes paraderos, desde luego los problemas que afrontan articulan con la clase media en los diferentes estratos a los que pertenecen. Un primer conflicto los mantendrá a la expectativa; un accidente nos mantendrá a todos en el clímax narrativo; no falta el misterio de alguna almita en pena presente en el trayecto. El nosocomio al que llegarán nos presentará el desenlace que traerá consigo inesperados resultados. Finalmente nos dejará ese latente sinsabor de no querer abordar la Combi en nuestro diario transitar.