Empecé a escribir después de la muerte de mi padre. Él fue militar y falleció a causa de un accidente en la zona del VRAEM. Cuando él partió de esta vida terrenal, yo comencé a ver con mayor claridad la situación a mi alrededor. Mis ojos advirtieron que vivimos en un mundo lleno de injusticias, desigualdades y crueldades. Algo dentro de mí cambió para siempre. Mi padre era un escudo ante los aspectos negativos de la sociedad peruana