Con un lenguaje incisivo y acusador, forjado en la mentalidad de un esteta a quien nada preocupa más que la moralidad y la politiquería que la ha corroído, asistimos a los textos de Horas de lucha. González Prada nos invita a comprometernos en la necesidad de un cambio radical en la política y la administración pública, y se convierte en el vocero de indígenas y obreros, soslayados de toda reforma social desde los años de la República aristocrática.
En esta edición anotada rescatamos información relevante, que será de utilidad para contextualizar aquel clima de convulsiones sociales vividas tras la derrota con Chile, así como variadas connotaciones históricas que aquilatan el lenguaje gonzalezpradiano. Asimismo, recordaremos los invariables problemas que el anarquista peruano denunció y que siguen aquejando a nuestra sociedad actual. Por ello Horas de lucha cumple vigencia y reanima el carácter combativo de lectores que no se abrazan a la intransigencia y reconocen que seguimos batallando contra el común enemigo de todo intento de nación moral: la indiferencia.