La región latinoamericana registra una de las tasas más altas de mortalidad relacionadas al virus de la COVID-19. El tejido socioeconómico latinoamericano continúa enfrentándose a una compleja crisis humanitaria robustecida por la inestabilidad política, la corrupción y la desigualdad histórica, así como por la violencia sistemática contra líderes y lideresas. De este modo, los cálculos realizados a fines del 2020 estimaron que 209 millones de personas en la región viven en la pobreza. Este nivel de pobreza en la población no se observaba desde hace 15 años. Este ha sido gestado no solo por la pandemia, sino también por las desigualdades salariales más acentuadas en el mundo, según Cepal (2021).