El duende es el primer libro del autor que, en su trabajo constante como docente y promotor cultural, ha ido forjando su lenguaje y el dominio de las exigencias que plantea la escritura de un cuento de fino acabado. En los tres cuentos que dan cuerpo al universo de este cautivante libro, el primer párrafo funciona como un sebo que embosca al lector y lo mantiene encandilado mucho más allá del desenlace final. Después de la última línea de cada cuento nos queda una fuerte tentación de recorrer nuevamente la historia, los escenarios y reencontrarnos con los personajes, preguntándonos siempre por qué las acciones se desencadenaron de esa manera y no de otra. Virtud feliz que solo es atribuible a los cuentos inolvidables.