Omar Encinas, con Nos falta un Perro, contribuye a llenar el vacío antes descrito, con un cuartel en tiempos de paz, pero con recuerdos de guerra, que se ve sacudido por la desaparición de un soldado que genera toda suerte de hipótesis que a lo largo de la obra se van descartando o confirmando, al mismo tiempo que vamos adentrándonos en la lógica militar marcada por jerarquías petrificadas, prerrogativas que van más allá de lo legal y cómo todo esto influye para una especial concepción de la verdad y la justicia.