En este libro se plantea la crítica situación de las familias vulnerables en el período contemporáneo, por el cambio climático y la destrucción humana de la naturaleza en la cuenca de Zaña. Frente a ello se puede apreciar el esfuerzo de las mujeres para encarar los impactos negativos: deforestación, desertificación, plagas y aumento del monocultivo que perjudica la diversidad productiva. Las consecuencias son graves. Hay pérdida de alimentos sanos y frutales, esto agrava la salud de familias campesinas enteras, con incremento de la anemia en los niños, cerca del 50 % en la cuenca de Zaña.
En este contexto, las mujeres campesinas tienen un rol muy importante para contribuir a garantizar la seguridad alimentaria en el país, con respuestas que se plantean en el presente libro. Ellas desarrollan múltiples esfuerzos en el campo y en el hogar para garantizar la sobrevivencia de la familia y, en especial, de los niños que tienen bajas defensas inmunológicas.
Una idea importante de esta obra es reconocer que en la cuenca de Zaña coexisten personas y familias que tienen diversos orígenes y tradiciones étnico-culturales. Proceden de pueblos originarios (como moches costeños), europeos, africanos y asiáticos (chinos y japoneses). Además, en los últimos 120 años hay una tendencia migratoria creciente de las zonas alto andinas (Cajamarca) hacia los diversos espacios del valle de Zaña. Consideramos positivas las relaciones interculturales y por ello valoramos que las respuestas a la crisis climática deben incluir a todas las etnias pues son portadores de cultura.
Uno de los objetivos principales del presente libro es evidenciar la gran contribución de las mujeres campesinas para salvar a la naturaleza, las vidas humanas y las artes. Nuestra meta es la lucha por la sobrevivencia humana en las próximas décadas.
Zaña, 1986-