Era un enero del 2011, en que recibí un encargó urgente del Director del Diario El Correo, para investigar y redactar un informe en apenas 48 horas, acerca de la presentación oficial de un trascendental descubrimiento arqueológico, realizado en Vilcabamba, Provincia de La Convención, en la Región del Cusco; era una noticia cuidadosamente guardada en secreto, por los trabajadores del Ministerio de Cultura desde el año 2008.