El cristianismo empezó como un movimiento pequeño, el
movimiento de Jesús con sus doce apóstoles netamente judíos. Este
movimiento contra hegemónico, salió de sus esferas judías para
salir al mundo gentil.
El acontecimiento fundante fue y es, la resurrección de Jesús. A
partir de este evento se reinterpretó a Jesús desde la fe.
La extensión al mundo griego aportó nuevas interpretaciones sobre
Jesús. Las confesiones al inicio eran pocas, como lo podemos
constatar leyendo las epístolas paulinas, pero al pasar de los siglos
éstas han ido aumentando con el apoyo de la filosofía griega (s. IIIV dC). Hoy hay una variedad grande de este cristianismo. La
variedad es importante porque trae riqueza, pero cuando se pierde
la esencia, se distorsiona el espíritu con que nació, contra
hegemónico.
Creo que de tiempo en tiempo es importante recordar la simpleza
de la fe y remarcar su práctica de las enseñanzas de Jesús, que fue
motor y motivo de fines del siglo I. siglos II y III. Espero que este
libro sirva para ello.