Desde el siglo XI hasta mediados del siglo XVII, la mayor parte del territorio del Perú estuvo bajo el control del Imperio Inca. Allí se asentó un grupo muy unido de comunas agrícolas fijas, relativamente autónomas en su organización económica pero altamente integradas comercial, cultural y militarmente a través de una extensa serie de caminos y canales. Alrededor de 1530, por orden de Francisco Pizarro, los españoles conquistaron estos territorios, dando como resultado el Virreinato del Perú. Esta nueva organización política significó un cambio en la base económica de la sociedad a una feudal, dominada por el liderazgo militar y eclesiástico, basada principalmente en la extracción de oro y plata, y que mantuvo el monopolio del comercio colonial. Durante este período se sentaron las bases de la estructura económica peruana hasta principios del siglo XX (Mariátegui, 1928).
Alrededor de 1770 ocurrieron tres hechos relacionados que afectaron la organización de la economía colonial. El primero de ellos fue una serie de reformas políticas que llevaron al nombramiento del gobernador del Río de la Plata y de los capitanes de Chile y Quito, otorgándoles autonomía administrativa y financiera, lo que supuso la pérdida de rentas y privilegios de las minas de Potosí en Lima, en el sur de America. El comercio ha existido durante más de dos siglos. El segundo fue el crecimiento de la población debido a la llegada de inmigrantes españoles y africanos, y el tercero fue una serie de reformas del gobierno borbónico que aumentaron los mercados y la producción local. Si bien las dos últimas tuvieron efectos positivos, la primera transición tuvo resultados negativos, lo que indica que la economía peruana entró en un ciclo de cambio en ese momento, incluso antes de la lucha por la independencia (Contreras C., 2010).
La minería fue el centro de la economía del virreinato. Los principales centros mineros fueron Potosí (actual Bolivia, en ese momento: "Alto Perú"), Cerro de Pasco y Huancavelica (actual República del Perú, en ese momento: "Bajo Perú"). La riqueza minera de Potosí es significativa, ya que aproximadamente el 70% de la plata total extraída en el virreinato proviene de este yacimiento. La minería de metales se realizaba mediante un sistema de explotación llamado "mita" o mano de obra esclava local (principalmente en Potosí). En cuanto a la técnica utilizada, consiste en mezclar la plata extraída con mercurio para purificarla. Sin embargo, la industria minera mostró signos de estancamiento al final del período colonial después de 1795.
Esto se debe a la escasez de mercurio utilizado para el procesamiento de las fincas, por lo que la técnica de extracción no ha mejorado a lo largo de los años (Romero y Contreras C., 2006).Otras actividades económicas incluyen la agricultura y la ganadería, especialmente en las zonas costeras, donde el cultivo de caña de azúcar es una importante base de exportación.
Al mismo tiempo, había varias industrias artesanales, como fábricas que suministraban telas y alfombras para el pueblo y el ejército. A partir de 1809, el virreinato actuó como centro político de la corona española, en guerra con todos los movimientos de liberación del resto del continente. Aunque los costos de la Guerra de la Independencia fueron altos para todas las naciones, el Perú fue mucho más alto porque no solo tuvo que pagar por su independencia, sino que también fue un reservorio español durante toda la resistencia. A lo largo de este período, se destruyó el capital, lo que provocó una pérdida considerable de vidas, mientras que los costos de la guerra se cubrieron con aumentos de impuestos que deprimieron el consumo. Además, la falta de producción siderúrgica obligó a importar armamento, eliminando así cualquier efecto expansivo que pudiera haber tenido el gasto bélico.
Entre 1821 y 1824, los ejércitos de San Martín y Bolívar convergieron en territorio peruano, poniendo fin al dominio español en el continente. Sin embargo, los efectos de la guerra provocaron una depresión en la economía peruana que duró casi 25 años. En términos más generales, las dificultades económicas posteriores a la independencia de Perú se atribuyen a menudo a la falta de "estructura institucional". En este sentido, un estado independiente carecía de suficiente legitimidad y poder político porque no había un movimiento de independencia generado internamente: la élite peruana al frente del estado no podía ejercer el liderazgo político. Promover el campo de la independencia. Producción (Contreras C. (2010).
En el período 1820-1824 a 1845, la economía peruana siguió el ritmo de la disputa política interna entre los distintos caudillos, hasta lograr cierta estabilidad, con la elección que hizo presidente a Ramón Castilla (1845-1851). El principal elemento que se destaca de este período es una fuerte caída en la producción minera. En cambio, los fertilizantes y el salitre de aparecen en las zonas costeras del sur. Como un producto nuevo orientado, se les ha ordenado ejecutar operaciones económicas y estarán muy relacionados con la financiación nacional. Con respecto a la experiencia internacional, aunque la economía peruana se incluye en el período colonial, el aumento de las exportaciones de Guano y el aumento del ritmo de los fertilizantes en la economía peruana. Se caracteriza por los efectos de la hegemonía global inglesa. Si bien ha habido una transición de la explotación de recursos minerales metálicos a la explotación de recursos minerales no metálicos, esta transición ha tenido varios efectos muy significativos en la economía peruana. Por un lado, durante la época colonial y el auge minero, existía una división funcional del trabajo entre la sierra interior (donde se ubicaban los yacimientos) y la zona costera (donde se ubicaban los puertos), que se encargaban de la extracción del recurso. . . exportación) para organizar su comercio. Sin embargo, a diferencia de la plata, la producción de guano no requiere procesamiento ni transporte para su comercialización, ya que se encuentra en varias islas frente a la costa. Por ello, hay menos conexiones con otras economías: las exportaciones de guano no requieren demanda de materias primas (sal, mulas, llamas, mercurio, telas, cueros, grasas y pólvora), infraestructura y servicios de transporte (obras viales). De esta forma el "multiplicador" de la demanda era mucho menor. La mayor importancia del guano en la economía peruana se refleja en una mayor recaudación de impuestos y exportaciones alrededor de 1850, mientras que la producción total de plata disminuye.
En cuanto a la organización interna de la explotación del guano, antes de 1842 esta explotación se realizaba mediante un sistema de licencias, primero privadas y de 1842 a 1847 por una empresa mixta de capital y estado británico y francés. Hacia 1850, el presidente Castilla otorgó varias concesiones a la élite peruana para la extracción y comercialización de guano. Tiempo después, el presidente José Rufino Echenique (1851-1855) ordenó el reconocimiento de las deudas pendientes de guerra. De esta forma, intentan fortalecer el orden interno formando un sistema de alianzas con las élites locales a base de recursos guaneros y operaciones financieras.
Esta nueva estructura ha creado una élite empresarial y financiera en torno a los "receptores de guano". Además, estas personas son capaces de actuar como prestamistas del país en una hambruna de dinero, lo que les permite convertirse en agentes financieros del gobierno, un negocio más rentable que invertir el mismo capital en otras actividades como la agricultura o la minería (Bonilla, 2010). Desde el punto de vista de la clase dominante peruana, los principales obstáculos para el desarrollo económico en esta etapa se deben principalmente a la falta de vías de comunicación, la escasa población y sobre todo la falta de capital. Aquí hay puntos de conexión con las teorías del desarrollo, especialmente las de Nurks (1952, 1964), Rosenstein-Rodan (1943, 1957), Chenery y Strutt (1965) y Kaleck (1991 [1960, 1966]): estas teorías estudian los principales problemas de las economías latinoamericanas y falta de capital para la inversión productiva como una restricción al desarrollo. Según Kalecki 1991 [1960, 1966]), este problema en realidad se convirtió en un problema importante en las economías menos desarrolladas; en palabras del autor, “el desempleo en los países menos desarrollados […] se debe a la escasez de capital más que a la falta de demanda efectiva” (Kalecki 1991[1960]:3).
Ahora la poderosa transferencia de recursos de las concesiones guaneras y el sistema de endeudamiento intentan hacer frente a la escasez de capital y trasladarlo a manos de particulares que sentaron las bases de las primeras relaciones capitalistas (Bonilla (1974). Sin embargo, alguna literatura cuestiona estas políticas. Estas élites no están realmente interesadas en llevar a cabo sus revoluciones democráticas en la economía y el país y promover la ruptura de relaciones.
Sin embargo, alrededor de 1870, la extracción de guano también se hizo más difícil. A partir de 1870 la exportación de guano cayó fuertemente y se recuperó levemente en 1874, pero no logró recuperarse. Al mismo tiempo, los precios de venta han disminuido debido a la competencia de los fertilizantes artificiales, y las necesidades económicas del país no permiten demoras en la identificación de los destinatarios. Ante esta situación, el gobierno liberal de Pardo decidió traspasar el monopolio comercial y financiero a la empresa francesa Dreyfus, con el fin de obtener mejores condiciones económicas para contar con una importante fuente de ingresos. Desafortunadamente, estas acciones no produjeron los resultados deseados, lo que finalmente condujo al incumplimiento de la deuda nacional de Perú y puso fin al ciclo de expansión del guano.
El fin del conflicto armado con Chile ha afectado mucho la economía peruana. El período de 1883 a 1895 fue de "obras de reconstrucción económica". En el plano político estuvo marcado por una lucha por el poder económico entre los caudillos, en el plano económico implicó el agotamiento del guano y el salitre y el retorno de la minería (que iba de la mano con el cobre) y el surgimiento de otros productos. Agricultura (azúcar, algodón y lana).
Políticamente, el período iniciado en 1895 tuvo dos fases. La primera, de 1895 a 1919, estuvo dominada por un gobierno aristocrático organizado en torno al "Partido Ciudadano", integrado por familias limeñas que gozaban de poder económico y prestigio social. El primer período fue la edad de oro del modelo oligárquico de los grandes exportadores. A partir de la segunda fase, el poder de la oligarquía comenzó a ser cuestionado y surgió una clase media de empleados del gobierno, civiles del ejército, empresarios y profesionales.
Estas transiciones convergieron alrededor de 1920 con el gobierno de Augusto Leguía y Salcedo (1919-1930), conocido como el "oncenio de Leguía" debido a los 11 años de gobierno del presidente. En términos políticos, aunque Leguía era miembro del oligárquico "partido civil", durante su gobierno llevó a cabo medidas de apertura democrática a la clase media y ofreció el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas, reflejado en la dictación de una nueva constitución y la supresión de algunas ventajas que los "civiles" habían dado a los terratenientes del sur. A nivel económico, la principal actividad de la economía peruana seguía siendo la exportación de materias primas. Sin embargo, cuando se completaron las etapas de producción de guano y salitre, durante este período se exportaron cobre y petróleo. En ambas exportaciones se logró un gran logro: de 1900 a 1930, el volumen de las exportaciones petroleras alcanzó el 30% de su valor total. En cuanto al cobre, en julio de 1901 se aprobó una nueva ley de minería.
Declara que la propiedad minera es permanente e irrevocable, la única razón por la que cesa es el no pago del canon al Estado-nación. Al mismo tiempo, la importación de maquinaria y accesorios necesarios para este fin está exenta de derechos. El sistema laboral en las minas se rige por el sistema de 'enganche', que implica la contratación de mano de obra local a salarios inadecuados y muchas veces es obligatorio, existe un sistema de 'endeudamiento' donde la condición de deudor permanente los convierte en una relación obligatoria con el empleador de su empresa. En cuanto a su producción, entre 1901 y 1929 la producción de cobre aumentó alrededor de un 460%; sin embargo, el fuerte crecimiento de otras exportaciones hizo que su participación en las exportaciones totales no aumentara tanto (Dammerts,1981).
En cuanto a la producción de azúcar, estaba controlada por los nobles del sur, quienes jugaron un papel importante en las primeras etapas de los gobiernos de la oligarquía civil. Las exportaciones de azúcar representaron entre un cuarto y un tercio de las exportaciones totales entre 1900 y 1920, antes de perder importancia con el auge de las actividades petroleras y mineras.
En las décadas de 1930 y 1940, la economía del Perú, al igual que la del resto de la región, estuvo marcada por los efectos de la Gran Depresión y posteriormente por las consecuencias económicas y políticas de la Segunda Guerra Mundial. En 1930, el plan político de la “casa nueva” del presidente Leguía fue interrumpido por un golpe de Estado y una serie de gobiernos militares y civiles fraudulentos, que reemplazaron la constitución de 1920 e introdujeron un fuerte ambiente de represión interna.
A diferencia de las juntas militares anteriores, que asumieron el liderazgo estatal en caso de un colapso temporal del poder de la élite, de este período utilizaron el poder militar para implementar planes que ya no podían dictar al gobierno. En 1931 nació el APRA (Alianza Revolucionaria Americana), que tuvo un papel preponderante en la vida política del Perú. El partido fundado por Haya de la Torre tiene una orientación socialista, retórica antiimperialista y nacionalista, y goza de gran reputación entre el pueblo.
En cuanto a la economía, la economía peruana sintió los efectos de la crisis internacional de los años treinta. Entre 1929 y 1932, las exportaciones de cobre cayeron 69%, lana 50%, algodón 42% y azúcar 22% (Hunefeldt, 2004).
El plan económico del gobierno civil y militar conservador de la época consistía en combinar una política de supresión de la demanda social con alguna intervención estatal (control de precios, fomento del crédito agrícola, etc.). Pero el aislamiento de los mercados internacionales reduce la dependencia de los mercados internacionales. La caída de la inversión extranjera ha permitido que capitales de países pequeños invadan los mercados de exportación de azúcar y cobre dominados por grandes empresas estadounidenses. Se explotaron nuevas minas de varios minerales (zinc “Zn”, mercurio “Hg”, estaño “Sn” y plomo “Pb”), que complementaron las exportaciones tradicionales de plata y cobre, mientras que el pescado surgió como un nuevo producto relacionado para la exportación a los Estados Unidos (cuando la Segunda Guerra Mundial cortó el suministro de Europa y Asia).
En 1940, el Frente Patriótico, una coalición apoyada por el APRA y encabezada por representantes de la clase acomodada y el expresidente Manuel Pardo, ganó las elecciones. Durante su gobierno (1939-1945) se adoptó una agenda política populista a favor de los trabajadores, se estableció la "Junta de Bienestar Social", se fijaron salarios mínimos, así como estrictos controles de precios de alquileres y bienes de consumo masivo, así como el mecanismo de financiación estatal, se aumentaron los impuestos directos, mientras que toda la deuda externa se ha cancelado. Al mismo tiempo se legalizó el APRA y en 1944 se creó la Federación Peruana de Trabajadores. Durante las dos décadas de 1948 a 1978, el gobierno militar y el gobierno civil con diferentes orientaciones políticas se reemplazaron. Sin embargo, podemos representar.
Juan Carlos Lázaro Guillermo