Ante la extraña y repentina muerte de su esposa, Leonardo Woolf-Night siente un vacío indescritible, pero solo un juramento ante el lecho de ella, quien era una ferviente activista de la naturaleza, le devolvería las ganas de luchar por una noble misión.
Una noche, se encontraba divagando sus pensamientos, y observó algunos videos subidos en internet por valientes activistas sobre la crueldad animal a la que eran sometidas diversas especies por parte de mafias poderosas y organizadas que lucraban, ya sea con su piel, su carne, o su comercio desmedido, demostrando no tener ninguna compasión por sus vidas. Leonardo decide combatir a estas mafias, reuniendo un equipo poco común, a los cuales llamaría los Inspectores de Ariel, que, con la ayuda de su tío, Míster Merlok Woolf-Brown y el científico Tyron McRady ―quien los provee de tecnologia armamentista moderna―, inician su plan estratégico para abordar dichos enemigos, siendo su punto de partida el país asiático de China, un lugar tan misterioso, como extenso en tamaño.