Continúa la saga de historias sobre zombis en el Perú, esta vez en Tarma, lugar estratégico para tiempos post apocalípticos. La Horda sigue su curso de arrasar con todo a su paso, en el afán de comer carne humana, mientras los grupos de sobrevivientes se organizan y dan lucha, entrenados durante arduas sesiones con el uso de armas y ejercicios a fin de contrarrestar el peligro. Aquellos años en los cuales era común que sentimientos y valores cumplieran un papel preponderante en la convivencia entre las personas, quedaron atrás; el panorama de hoy que presenta la novela es un universo de sangre, balas y hachazos, de frialdad y desolación ante la inminencia de los apestados. El más fuerte y hábil sobrevive, el resto es exterminado como un vendaval incontenible. Los muertos vivientes son la pesadilla de las brigadas del bien, jóvenes y adultos que fueron rescatados de la muerte y ahora se aferran a la vida, listos para asestar el primer golpe, la primera estocada mortal, con una débil luz de esperanza.