Elaborados con sutileza y fresca fantasía, estos doce relatos ahondan en el misterio de situaciones extrañas, se perfilan por caminos insondables, a veces oscuros, a veces escarpados, y están impregnados de un mecanismo irreal que conducen al lector hacia los confines transgresores de lo fantástico. Daniel Salvo, aventurado en la materia desde años atrás, logra mostrar, a través de breves pinceladas, los vaivenes de circunstancias aparentemente convencionales que luego develan el iceberg que se oculta bajo las aguas. El pasado mixturado con el presente («Hijo del rayo y la centella»), el primer oficio en un futuro espacial («La triste historia de la doctora Amelia»), las atracciones contrariadas («La casa de las qarqachas»), el juego infantil («Listo o no, ahí voy»), el negativo de un tiempo improbable («Dos tazas de café»), la luz reveladora de la conciencia («El regalo de las estrellas»), son algunos de los cuadros que pintan con tintes borrosos, impalpables, esa rara atmósfera de todo episodio intrigante.