Un universo incierto en el futuro, donde los androides se mezclan con los humanos, y los planetas son como países a los que, en un abrir y cerrar de ojos, se pueden visitar. La tecnología cumple su papel facilitador para simplificar las actividades y ensanchar el tiempo, en tanto que la ambición de poder, la pugna y el abuso del fuerte contra el más débil, la esclavitud en su primigenia acepción, convergen en una trama de luchas, búsquedas y muertes, de conquistas y exterminios, no exenta de platillos voladores, armas de rayos láser, inteligencia artificial, en el que las emociones subalternas pretenden traer abajo los restos de la humanidad. En el planeta Extron los conflictos y escaramuzas internas son irreversibles, así como en Alderán, y entre los diversos seres que pueblan estas estrellas, y en total convivencia con los demás, incluyendo los terrícolas, son los akelantes quienes habrán de hacer temblar, poner en riesgo, la estabilidad más allá de la Vía Láctea.