Khuyana: —¿Qué es la solidaridad? —aprender a leer braille para entender que no existe un mundo oscuro en la cabeza de una persona ciega, sino que por el contrario está lleno de sonidos de colores que provocan ser compartidos con los demás.
Nahir: —¿Qué enseña la alegría? —Descubrir, a través del sentido de la escucha y el tacto, cómo las palabras y las formas tienen contento al corazón y se transforman en sensaciones de seguridad, apoyo y optimismo por las dificultades que se presentan en la vida.
Sofía:—¿Para qué practicar la bondad? —Para sembrar amistad donde quiera que se vaya. Así se siente que te quieren y quieres porque sirves a los demás.
Estas son las respuestas que dan los personajes de esta historia —Khuyana, Nahi y Sofía— a las experiencias de conocer desde su entorno familiar, local y social. Los valores que transmiten los adultos es lo que les permite formar su personalidad y pensar no solo en ellos, sino en el bienestar del prójimo que le rodea.
Cada día que pasa aprenden de diferentes profesores, a veces tienen rostro de abuelos, padres, vecinos, tíos, de manera positiva. En fin, es un cuento que muestra la importancia de aprender desde los valores que transmiten los conocimientos a los niños que los lleva a ser personas autónomas, independientes y libres de tomar sus propias decisiones desde las experiencias vividas.