La Navidad es un tiempo realmente hermoso. De una u otra forma la sociedad entera lo celebra. Muchos adornan sus casas y compran pequeñas o largas listas de regalo; en las calles se respira un aire festivo y el consumismo alcanza su máximo expresión.
Pero ¿y si este año nos otorgamos el regalo de vivir la Navidad recibiendo a Jesús? ¿Y si hacemos de nuestro interior una linda casita donde Él repose?
Al regalarnos el don de vivir la Navidad descubriremos nuestra necesidad de perdonar y pedir perdón. Descubriremos que quizá sea necesario eliminar algunas cosas, apagar el consumismo, conectar con Dios a través de la oración, eliminar (resetear) vicios y malas actitudes que nos alejan de Él, recargar nuestra vida con virtudes, responder y agradecer al Señor por los dones recibidos, bloquear pensamientos negativos, compartir tus dones y talentos.
¡Esta Navidad puede ser para ti una aventura interior apasionante!