ISBN 978-612-5070-56-2

Reseña

La educación, desde sus niveles básicos, comprende el elemento social crucial para la formación de seres humanos capacitados de forma integral y específica para responder a las necesidades personales y colectivas que se le presenten a lo largo de la vida.
La universidad, desde sus orígenes en el medioevo, transcurrió por diversos procesos de reforma vinculados a la Iglesia católica y posteriormente a iniciativas de secularización. Hacia fines de xix y durante el siglo xx, se le atribuyó la romántica idea de que, al conseguir la formación universitaria profesional, el graduado iniciaba un largo, pero próspero camino de ascenso social.
Esta movilidad social, sin embargo, enfrentó y aún enfrenta los problemas característicos del acceso universal a la educación superior: la precariedad en la infraestructura educativa, del estudiante y sus familias. Es decir, se encuentra imposibilitado de costear una carrera durante cinco años. A pesar de ello, la universidad se dirigió hacia la masificación de sus servicios. Como resultado, hacia fines de la década de 1980, la oferta y la demanda de la educación universitaria desembocó en la mercantilización y la reproducción irregular de los centros universitarios.
En Perú, el ingreso de las universidades a la lógica del libre mercado propició un crecimiento sin estándares mínimos de calidad en su enseñanza. Luego de varias intermitencias, el proyecto de reforma universitaria fue debatido y refrendado en todas las instancias estatales durante 2014 y 2015. Así, se contrapuso mediante la fundación de la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu), así como la reforma del Sineace a la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) concebido como el antiguo patrón de acreditación universitaria.
La acreditación universitaria es uno de los temas importantes de esta investigación. Para comprenderla en sus términos de regulación y supervisión de los indicadores estándares y sobresalientes de la calidad en el largo plazo, es necesario revisar la literatura perteneciente a la génesis y actualidad de las universidades. Asimismo, desarrollando conceptos relacionados con la accesibilidad de la educación universitaria, la importancia de la acreditación universitaria para analizar la situación de la carrera y de los profesionales egresados de Estomatología/Odontología en el país. En este estudio, se propone un modelo tentativo para lograr la acreditación de estos programas formativos en los centros universitarios de todo el Perú.
La investigación se justifica en la medida que contesta las exigencias de mejora y cambio de la educación superior universitaria en un contexto donde la gran mayoría de universidades nacionales aún pugna por obtener el licenciamiento institucional de la Sunedu, de una u otra forma buscan iniciar el proceso de acreditación. Además, se revaloriza el perfil del profesional odontólogo y se resaltan sus capacidades, particulares e interdisciplinarias, centradas en la producción e innovación científica, así como al servicio de la salud de la comunidad.
Debido a la antigüedad de la investigación presentada, se recomienda guiarse del modelo propuesto en el último capítulo y actualizar su estructura con el marco normativo de acreditación vigente en Perú. Debe considerarse que, salvo el desfase normativo, los objetivos enmarcados en la búsqueda de una enseñanza universitaria de calidad, según los lineamientos de autoevaluación voluntaria y evaluación externa, competen a las universidades peruanas desde hace casi dos décadas. Este proceso fue, cuando menos, decepcionante y revelador de sus carencias a la luz de las nuevas exigencias sociales y científicas.