ISBN 978-612-49183-0-8

Reseña

La violencia de estos versos nace de una necesidad: hablar de lo que sutura, lo que hiede, lo que pudre la sociedad: el homo sapiens contra el homo sapiens. El ser humano, que domina el planeta Tierra, no ha logrado dominar su violencia interna, su deseo de poder, su desenfreno contra los otros. Aquí donde el cielo es puro, las hojas cantan el tiempo y el agua dicta sus versos, los humanos se matan unos contra otros (¡Hasta cuándo hermanos comiendo a hermanos!) Sin embargo, ahí donde más se requiere la esperanza, surge con su intensidad verdosa:
Sangre aún caliente en las venas de la indignación:
—¿Por qué los cambios para unos y las cárceles para
[otros?
Tus manchas verdes en la arena,
germinadoras de vidas nuevas,
de mujeres libres para ser, pensar y gobernar.
del poema Espadas Rojas

De ese nuevo nacimiento, podemos observar que surge el canto de la mujer liberada, el canto de las mujeres libres para ser, pensar y gobernar. Para ser, es decir, para tener identidad propia; para pensar, es decir, para conseguir criterio y lucidez; y para gobernar, es decir, para conquistar su propia libertad y destino.