En enero de 2023 se conmemoran 200 años de las batallas de Torata y Moquegua, que significaron el desenlace de la prime-ra campaña de puertos intermedios, aquella empresa que es-tuvo liderada por la incipiente Junta de Gobierno del Perú y que culminó con la completa derrota del ejército unido patrio-ta en los campos moqueguanos, costándole a estas fuerzas una cantidad de bajas que no serían superadas ni por las de-finitivas batallas de Junín y Ayacucho.
Para Moquegua, estos combates significaron uno de los episo-dios más negros de su historia, ya que, una vez conseguida la victoria hispana sobre las fuerzas patriotas, una horda realista se internó en las desprotegidas casas de sus habitantes, sa-queando y destruyendo sin reparar que básicamente mujeres y niños las ocupaban, lo que bien podría calificarse como uno de los mayores ensañamientos contra un pueblo en el contexto de las guerras de independencia.
Aunque resulte sorprendente, poco o nada se ha escrito sobre estos hechos. Al silencio de los clásicos le acompaña la indo-lencia de los propios habitantes de Moquegua, que no tienen recuerdo, ni el más vago, de que alguna vez a la ciudad le tocó vivir circunstancias propias de una guerra de barbarie. Hoy no hay calle, avenida o plaza que recuerde a algún per-sonaje de aquellas batallas o que rememore los saqueos, salvo un monumento elaborado por el artista Róbinson Fernández, a quien le reconocemos tamaño gesto.
Por ese motivo, el presente libro se entrega a la comunidad como un testimonio de lo acontecido durante las jornadas de enero de 1823. Es también un homenaje a los hombres y muje-res, del ámbito civil y militar, que tuvieron participación en los combates librados en Torata y Moquegua, en cuyas derro-tas se encuentra la razón de su largo olvido. En ese sentido, esperamos que esta obra sea útil para todo aquel que desee conocer el sacrificio que tuvieron los habitantes del extremo sur peruano durante uno de los periodos más decisivos de la historia nacional.