Las emociones son reacciones fisiológicas ante determinado estimulo que conlleva desligar una conducta de acuerdo a la experiencia del medio social y cultural. Es en este sentido, los juegos de simulación nos permiten afianzar la expresión de emociones y sentimientos lo cual implica que los niños a través de la simulación de situaciones van a crear, transformar, vivir y a jugar a ser otros personajes a seguir a sus progenitores como modelos, a imitar sus roles y funciones de los padres observando cómo se establecen esos vínculos dentro de la familia.
La existencia de las emociones se observa en las actitudes de los niños hoy en día en esferas de conflicto, agresividad, violencia, inseguridad y carecen expresar la diversión, opuesto al perfil que deseamos conseguir donde el niño debe autorregularse, valorarse a sí mismo y actuar de manera autónoma ligado a un valor universal que es el bien. Es a través del juego que se puede desarrollar para que manifiesten sus emociones y afectos de manera adecuada, debemos garantizar un uso correcto de las metodologías para el trabajo con sus pares en ambientes seguros y acogedores.