Este estudio examina desde una nueva y valiosa perspectiva los textiles inca y preínca: se demuestra cómo las tejedoras lograron perennizar las relaciones complejas entre los ciclos astronómicos y sus números.
Observar el arte textil andino es acceder a un conocimiento en donde las matemáticas son introducidas de manera artística y estética, en donde el cálculo es movimiento, ritmo, diseño y color. El textil se vuelve versátil, dando espacio a los múltiples juegos matemáticos que ofrece la astronomía.
Uno de los hallazgos más fascinantes presentados en esta publicación es que el denominado calendario maya fue conocido y aplicado metódicamente también por las maestras tejedoras de la cultura Paracas.